lunes, 2 de enero de 2017

La utopía cultural (I)

"Y sabed, desde luego, que los avances sociales y las revoluciones se hacen con libros" (Federico García Lorca)

Buenos días amig@s, y feliz año!! Bienvenidos a un nuevo post sinfónico de Culture&Biz®. Iniciamos con éste una serie de tres posts sobre lo que podría constituir nuestra utopía de modelo cultural. El maestro John Tusa, en su indispensable Pain in the Arts, ya dedicaba un capítulo entero a lo que él denominaba An Arts Policy for a Floating Utopia, donde podían leerse sueños de este calado: "all government policy will be based on the assumption that healthy and vibrant communities are centred around the arts...".

Recientemente leíamos un artículo de Javier Pérez Andújar de interesante título: Provocaciones necesarias. El arte siempre va por delante de la cultura. En él se recogían bastantes conceptos referidos a la manera como se entiende la cultura en nuestra sociedad: cultura vs. arte, cultura y crítica, cultura y conflicto, cultura como fundamento de la vida social, cultura y poder...

Y cultura e ideología, por supuesto. No olvidemos que Pérez Andújar fue el encargado de leer el excelente pregón de las últimas fiestas de la Mercè, que tan mal sentó en el otro bando... (aquí aplicaría aquello de Machado: "españolito que vienes al mundo...", pero en versión local). Éste, y no otro, ha de ser el punto de partida de cualquier análisis sobre las políticas culturales: no hay cultura sin ideología, como afirman Teixera Coelho -"una política cultural siempre tiene una motivación" o Borja Villel al referirse al museo como "estructura política y de conocimiento".


Manuel Borja Villel, director del Reina Sofía

Este hecho lo marcará todo, introduciendo un sesgo permanente, anulando la neutralidad: hacer política cultural es posicionarse. Haríamos bien en tenerlo en cuenta desde el principio. Pero... si todo hecho cultural está sesgado... ¿a quién creer? ¿Qué política cultural es la correcta? ¿Qué características habría de tener la cultura para ser considerada útil? Y en todo caso, ¿útil para quién?

Antes de abordar el tema, pongamos las cosas en perspectiva. En España, como afirma Lluis Bonet, treinta años de políticas culturales desde la Transición "posibilitaron el desarrollo de una potente y diversa oferta cultural (...) Sin embargo, con la crisis se desvelaron los desequilibrios de esta política, basada en una oferta a precios muy subvencionados -o gratuitos- y un tejido empresarial muy dependiente de las ayudas de la administración"(1).

En verdad se trató de una doble crisis: por un lado la sistémica, donde vemos que los pilares centrales de la política cultural se derrumban, con "graves recortes y cierre de instituciones y agencias culturales", y por otro la propia del sector cultural, "motivada en gran parte por el cambio de los patrones de producción y consumo cultural, en el marco de una transición desordenada al digital".

Pero alerta. Como no se ha cansado de repetir Antón Costas en los últimos años, el momento más peligroso viene ahora, cuando las diferentes velocidades de salida de la crisis sean las que pongan en cuestión nuestra capacidad de resiliencia, tensando el cuerpo social. Y en este contexto, ¿qué políticas culturales habrían de llevarse a cabo? ¿Qué concepto de cultura deberíamos considerar? Lo veremos en el próximo post de la serie, un saludo+.

------
Notas:
(1) Treinta años de políticas culturales en España. Participación cultural, gobernanza territorial e industrias culturales. Rius-Ulldemolins i Rubio Aróstegui, eds. Universitat de València. 2016


PS: os adjuntamos el link a los 10 posts más leídos en el blog del Máster en Gestión Cultural de la UOC durante 2016. Nuestra entrada "Cultura i Empresa: més enllà del mecenatge" figura en el puesto #2, muchas gracias a tod@s!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.